Motivo siciliano

Palermo, domingo 29. Una anciana me reclama en la Piazzeta Marchese Arezzo cuando contemplo la casa natal de Federico Gravina. Uno de mis héroes navales del bachillerato. Le revelo mi curiosidad. Y me responde: Anni fa. Lo que interpreto como que hace mucho tiempo que ocurrió aquello. Efectivamente. Porque Gravina -marino español laureado en la batalla de Trafalgar– nació en esta ciudad siciliana en 1756. La casa se ubica en la conjunción de via Roma con el corso Vittorio Emanuele. Muy cerca de la Iglesia de San Mateo. Es un palazzo de piedra arenisca de corte neoclásico. Y con impresionante balconada. Muy parecido a los que se levantaron en el siglo XVIII en Cádiz, la ciudad donde murió Gravina. En Valencia. O en Barcelona. Que son localidades marítimas en la que el Reino de Sicilia dejó huella. Porque no en vano los españoles administraron estas tierras durante casi cinco siglos. Hasta que Carlos III cedió Nápoles y Sicilia a su hijo Fernando al hacerse con el trono de España. Palermo es una ciudad ruidosa. Que recorro a pie tras cuatro días de periplo por la isla. El tráfico es caótico, pero la circulación fluye. Y la gente llega a tiempo a sus citas. O no. Porque me dicen que aquí no corre el tiempo. Y me recuerdan que en el Hotel des Palmes -el más bello de la ciudad- existe un reloj de bronce que hasta hace muy poco carecía de agujas. En uno de los muelles del puerto de Palermo está atracado el Bataan. Un buque de asalto anfibio de la Us Navy con plataforma de despegue para aviones Harrier. Y pista para helicópteros. Es una de las unidades de la Marina estadounidense que el contingente naval de la OTAN ha desplazado al sur de Italia dentro del operativo contra el coronel Gaddafi. En otros tiempos los marineros de la US Navy desembarcaban en las ciudades portuarias con su uniforme de paseo. Y su peculiar gorro yankee. La última vez que vi esa indumentaria fue no hace mucho en el escaparate de la sombrería Obach de Barcelona. Porque desde hace un tiempo la marinería baja a tierra de paisano. El Bataan lleva comandos especiales de marines. Y en las calles aledañas al puerto de Palermo se encuentran todos ellos saboreando pizzas y cervezas. Días de descanso para regresar de nuevo a la mar. La marinería se mezcla con la juventud palermitana que se divierte este fin de semana mientras el equipo local disputa en Roma frente al Inter la final de la Copa de Italia. La scuadra perdió la contienda, pero el ruido es igual que si la hubiera ganado. El escándalo y la fiesta en Sicilia no riñen. Porque esta parte de Italia es muy diferente al norte. E incluso a Roma. Garibaldi entró aquí triunfal. E incorporó la isla a la Italia unificada. Después de siglos de dominación. Que empezaron con Grecia, Cartago y Roma. Continuó con Bizancio. Y parece que iba a terminar con árabes y normando. Hasta que en 1282 Pedro III de Aragón se convierte en rey de la isla. 440 años hasta Carlos III.

El viernes estuve en Catania, segunda ciudad de Sicilia ubicada en su costa oriental. Y el sábado me desplacé a Trapani, Marsala y Agrigento. Pero donde más he disfrutado el mar ha sido en Terrasini. Un pequeño pueblo de pescadores a media hora de Palermo. Catania fue fundada por los griegos. Como también Agrigento, en cuyo valle se alzan espléndidos templos. Uno de los cuales (pero ya destruido) estaba dedicado a Zeus Olímpico. Cuentan los lugareños que Agrigento criaba los mejores caballos de Grecia para su concurrencia en los Juegos. Los pescadores de Trapani capturan el atún por el sistema de almadrabas. Que aquí le llaman matanza. Parte de la captura la emplean para salazones, que a veces envuelven en aromáticas yerbas y especies. Sicilia es rica en el cultivo de la vid. Y en la elaboración de vinos. Un inglés llamado John Woodhouse decubrió en el siglo XVIII el vino de Marsala. Que elaboró con una uva auctóctona llamada grillo. Creando un jerez seco que con el tiempo se ha convertido en componente culinario. El punto más elevado de la isla es el Etna. Un volcán en activo que ya la mitología griega recogía como el lugar donde se encontraban las fraguas de Hefesto. Dios del fuego y de la forja. Y que los romanos correspondían con Vulcano. Con las nieves del Etna los sicilianos elaboraban de muy antiguo el gelato. Y la granita. Que es exquista cuando está hecha con mandorla. O almendra. Frente al duomo (catedral) de Catania se levanta la Fontanna dell’Elefante. Un monumento en piedra de lava que incorpora a un elefantino coronado por un obelisco. Y que se asemeja al que preside la Piazza de Santa María della Minerva de Roma. El elefante fue esculpido por Vaccarini. E inicialmente carecía de testículos. Esto ocurría en la primera mitad del siglo XVIII. Y pronto corrió por la ciudad que se trataba de un símbolo asexuado. Por lo que Vaccarini se vio obligado a dotarle de genitales conformes a su tamaño. Paseando por Palermo me he encontrado con el Teatro Massimo, que data de 1887. Y que tras muchos años cerrado, fue reinaugurado en 1997 como principal coliseo para las artes escénicas de la ciudad. Junto al teatro se encuentra acampado un pequeño grupo de españoles y sicilianos que extienden hasta allí la protesta de la Puerta del Sol. Son tan pocos que pasan desapercibidos, pero constituyen una prueba testimonial de la internacionalización del conflicto. Con pancartas alusivas al grito que los reune. Democracia real ya.

El aeropuerto de Palermo lleva los nombres de los jueces Borsellino y Falcone. Los dos magistrados que en 1992 fueron asesinados por la Mafia. Que dicen en Sicilia que nació como consecuencia de la ausencia de soberanía que ha sufrido historicamente la isla. Y como confederación sustentada por el principio del honor. Que suplía la falta de protección ciudadana. Y venía a ocupar de forma muy peculiar el vacío creado por quienes debieron impartir justicia. De ahí lo de Cosa Nostra. Pero la Mafia derivó en crimen organizado. Fue exportada por los emigrantes sicilianos a Estados Unidos. Y hoy (como ayer) es un mal endémico que azota a la región. Cuyo desarrollo está muy limitado por este fenómeno. Y frena el despunte económico de Sicilia frente a otras regiones de Italia. Prefiero en las tiendas de souvenirs detenerme ante los pupi -reproducciones de los tradicionales títeres sicilianos- que ante el conjunto de cerámicas que estampan el rostro de Marlon Brando rememorando la película de El Padrino. Que en parte fue rodada en Sicilia por su director Francis Ford Coppola, nacido en Detroit pero de origen italiano. Coppola no pudo rodar las secuencias sicilianas en el pueblo de Corleone -próximo a Agrigento- porque en ese momento se encontraba allí escondido el asesino de un juez. Y tuvo que sustituir aquellos exteriores por los de un pueblo llamado Forza d’Agro, además de Savoca y el propio Palermo. La arquitectura fascista está también presente en la capital palermitana. Cuyo principal exponente es el Palazzo de la Poste Centrale, en via Roma. Fue levantado en los años 20 por Angiolo Mazzoni, arquitecto bolognese al que se deben la principales estaciones feroviarias de Italia. Entre ellas la Termini de Roma. Cuentan en Palermo que cuando los aliados invadieron Sicilia en 1943, los más jóvenes del lugar comenzaron a derribar a pedradas los símbolos fascistas de la ciudad. Sicilia fue la primera región italiana ocupada por las tropas británicas y estadounidenses comandadas por los generales Montgomery y Patton. Que desde la isla fueron avanzando en competencia hasta hacerse con el resto del territorio. Pese al breve regreso de Mussolini al poder. Y la presencia alemana en el Norte. Hace un sol radiante en las calles de Palermo en este atardecer del domingo. Han sido días intensos por la costa. Y el interior de la isla. Una pareja de jóvenes enamorados se besan frente a un viejo cinema. Y un marinero del Bataan camina silencioso hacia el puerto llevando cuidadosamente entre sus manos una caja de pizza. El hilo musical que ambienta el bar inglés del Hotel des Palmes desprende canciones de Sinatra. Que era de origen siciliano. Mientras el viejo reloj del hall luce sus agujas. Que disimulan así su maquinaria rota. Sicilia palpita, pero a su manera. Y toda la historia que acumula es tan lejana como próxima. Me llevo en el recuerdo a la anciana que me sorprendió frente a la casa natal de Gravina. Anni fa. Que interpreto como que hace mucho tiempo que ocurrió aquello.

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    34 opiniones en “Motivo siciliano”

    1. Estuve en Agrigento hace muchos años y esta columna me trae muchos y bellos recuerdos… Pero lo que más me impresiona y no conocía -así que gracias- conocer de la existencia de un reloj de bronce que hasta ahora carecía de agujas…. Qué bella! El tiempo detenido. O el tiempo, sin tiempo.

    2. de Sicilia solo conozco Taormina, que es una ciudad muy bonita con calles llenas de flores que bajan hacia el mar. recuerdo un muy bien conservado teatro grecoromano que en verano ofrece representaciones. visité taormina solo unas horas porque hacia un viaje de crucero por el mediterraneo y me parecio todo lo que vi muy espectacular. me encantaria volver y recorrer los lugares que nos has descrito. un abrazo.

    3. Estoy segura que si algún día voy a Sicilia, tendré una referencia muy particular, que me ha dado la lectura de tu artículo.

    4. Hace años estuve en Sicilia, has refrescado muy buenos recuerdos que guardo de aquel viaje.

    5. Palermo, es una ciudad caótica, decadente, sucia, provinciana, pero encantadora, alegre y hermosa. Yo, me enamoré de esta ciudad cuando la conocí

    6. Cada vez que escribes de Italia me da nostalgia. Hace tiempo que no voy, con lo que cuentas me dan ganas de hacer maletas y hacer tu recorrido.
      Un saludo

    7. LA CATEDRAL DE CATANIA TAMBIEN ESTA CONSTRUIDA DE PIEDRA DE LAVA PROCEDENTE DE LAS ERUPCIONES DEL VOLCAN ETNA.

    8. Oi Fernando. Que percurso mais belo fizeste de Itália. A meu me encanta Roma e por suposto Veneza. Imagino ler um ártículo do blog percorrendo tão maravilhosa cidade.

    9. Sicilia es una isla hermosisima llena de contrastes,, pienso que en su caso la influencia de las colonizaciones, que ha sufrido a lo largo de los siglos han sido mas para bien que para mal, la cultura, ciudades encantadoras, la arqueología y su maravillosa cocina lo confirman.

    10. La sociedad civil siciliana, se está organizando contra la mafia. Se han creado muchas asociaciones que están luchando contra el “pizzo” impuesto de de extorsión de la mafia. En Palermo se abrió el primer supermercado libre del “pizzo” y ahora hay una campaña que trata de apoyar a los comerciantes que se oponen a la extorsión. Me ha gustado mucho el artículo, Fernando.

    11. Deseo contarles una curiosidad, Platon navegó tres veces a Sicilia: la primera a fin de ver la isla y observar el Etna, en cuya ocasión, siendo tirano de la misma Dionisio, hijo de Hermócrates, lo presionó para que hablase con él. Habiendo, pues, entonces Platón hablado sobre la tiranía, y díchole que “no era lo mejor aquello que era conveniente a él sólo, si no se conformaba con la virtud”; enojado Dionisio, le dijo: “tus razones saben a chochez”. “Y las tuyas a tiranía”, respondió Platón. Indignado de esto el tirano, quiso quitarle la vida. No lo ejecutó, habiendo intercedido por él Dión y Aristómenes; pero lo entregó a Polido Lacedemonio (que entonces era allí embajador) para que le vendiese; el cual se lo llevó y lo vendió en Egina. Acusólo a la sazón como reo de muerte Carmandro, hijo de Carmandrides al tenor de la ley que habían puesto de que muriese sin esperar sentencia de juez el primer ateniense que entrase en la isla; la cual ley les había puesto él mismo como dice Favorino en su Varia historia. Pero como uno dijese por chanza que el que había desembarcado era filósofo, le dieron libertad.

    12. Bueno vuelvo a viajar con el pensamiento por esta ciudad que debe ser preciosa por la descripción que haces del lugar.
      Cuando tenga la suerte de conocer este hermoso lugar me acordare que ya lo conocía gracias a tu blog.

    13. Nunca he estado en Sicilia pero tu descripción tan auténtica ha hecho que despierte en mi la necesidad de conocerla. Felicidades Fernando.

    14. Fernando, me ha encantado este nuevo artículo tuyo sobre Sicilia. Me da envidia tu viaje pues ha debido ser interesantisimo conocer tantas ciudades y supongo que también a mucha gente. Tenía Sicilia en la distancia y con noticias por lo general poco agradable, pero este artículo me ha abierto los ojos de que, pese a la Mafia, aquello debe ser un paraiso donde, como nos dices, no pasa el tiempo. Gracias, amigo.

    15. Llegar a Palermo y lanzarse a la carretera con un coche de alquiler impacta y casi te dan ganas de devolver el coche y utilizar el transporte publico, pero una vez te haces al caos resulta la mejor elección. El recorrido por la isla te va sorprendiendo constantemente, desde la variedad de sus bellos paisajes, las ciudades, que por lo menos yo no las imaginaba tan bonitas, la amabilidad de la gente. En fin es un viaje que recomiendo, en primavera o quizá en octubre, nunca en verano ya que el calor es infernal. Y como valor añadido al viaje la cocina siciliana buenísima, mas que exquisita yo la definiría como suculenta.
      Tu artículo me ha hecho recordar mi viaje a Sicilia. Gracias

    16. Probablemente los sicilianos estén hartos de que asocien su tierra a la delincuencia organizada, pero siempre que leo sobre Sicilia recuerdo El Padrino, de Coppola.

    17. Fernando, espléndido relato. Para los que no tenemos la fortuna de viajar y conocer tanto mundo como tú, nos queda la satisfacción de leerte y tu nos ayudas a transportarnos a lugares fantásticos y como lo haces tan bien… a veces yo pienso que ya los conozco.
      Estoy haciendo una magnífica guía de viajes con todos tus escritos.
      Saludos,

    18. Palermo es una de las ciudades para no decir la más caótica y sucia de Italia, pero a su vez tiene esa mágia que desprende sus antiguas y decadentes calles, las mammas, que ves allí, sus grandes pizzas económicas que no comerás en ningún lugar tan buenas como las de allí…..Gracias por darme un paseo virtual por Palermo!!!!!

    19. Humm Sicilia!!!! Quién pudiese estar por allí en primavera, con esa buena temperatura, su brisa, sus tradiciones y su cultura alimentaría… esos vinos italianos que tan ricos están!!!! Esa pasta en su punto!! Y las catánias, tan tan exquisitas!!!!

    20. Me voy a copiar la idea de Ketty, recopilar todos los artículos de los viajes que has hecho, y a soñar¡¡¡ Este de Palermo, esta francamente apetecible.

    21. Joder, Orgambides, que envidias me da. Sólo el título de tu artículo es ya para mi provocativo… Un abrazo desde Tolosa!!!!!!!!!!!

    22. Entre tu artículo, que me ha encantado y el Comisario Montalbano, que no me lo pierdo, me han dado unas ganas locas de ir a Sicilia.

    23. Un viaje a Sicilia ofrece una inmersión en un crisol de civilizaciones. No en vano, en su estrecho de mesina, los cantos de las sirenas atraían irremisiblemente a los navegantes hasta que estrellaban sus naves contra los arrecifes, como nos contaba Homero en su “Odisea”. A juzgar por los resultados, siempre ha sido una isla de una fuerza seductora irreprimible. Ya en ella, se saborea un pasado remoto en un sinfín de restos arqueológicos, pero también, en su natural escenario.
      Ahí está el Etna, que la preside, su principal fuente mitológica. Acercarse a él, contemplarlo…proporciona un regreso a un remoto pasado, cuna de nuestra civilización mediterránea. Su incansable actividad volcánica conduce a la mítica fragua de Vulcano -de Vulcanus, dios del fuego, procede el nombre de volcán-, en donde se forjaban los rayos de Zeus y las armas de Aquiles, pero también la diadema o corona que ostentaba la diosa del amor, Venus.
      La isla fue residencia de cíclopes, refugio de esos gigantes de un solo ojo, que se rebelaron y enfrentaron altivamente al Olimpo, como nuestros ángeles malos capitaneados por el soberbio Lucifer. Uno de ellos, Polifemo, inspiró el difícil poema de Luis de Góngora: la “Fábula de Acis y Galatea”. En ella, el cíclope, enamorado de la ninfa Galatea, arroja un peñasco sobre su rival, el pastor Acis, que se metamorfosea en río.
      Y así, sucesivamente, es esta isla. Paso a paso, lentamente, se regresa a un pasado rico y esplendoroso. Pasado que también es el de uno mismo, pues evoca pretéritas épocas, en que nutrías tu espíritu con las lecturas de obras clásicas y emblemáticas. Tiempos aquellos en que el estudio te acercaba a un mundo mítico y, a su vez, seductor. Gracias a la memoria y al recuerdo, gozas de la oportunidad de una nueva vivencia, pues revives en la mente y en el corazón.
      Sicilia también es actualidad. Recientemente he asistido a un ciclo de películas del director siciliano, Giuseppe Tornatore, famoso por su “Cinema Paradiso”. Por cierto, en una de sus películas, valorada como la mejor: “Pura formalidad”, en el escenario de una comisaría donde transcurre gran parte de la acción, la cámara enfoca un reloj con el péndulo en movimiento, pero que no tiene manecillas. Esa imagen del absurdo, ¿ pudo inspirar a Tornatore ese reloj de Palermo que citas?
      Finalmente, en la actualidad, Sicilia me proporciona divertimento también con las novelas de Camilleri y su comisario Montalbano. De manera fresca, hilarante, recorres en sus novelas todos los rincones de la isla siciliana y conoces a sus gentes, su idiosincrasia…
      Sí, merece la pena este viaje. merece la pena un recorrido por esa isla de “anni fa”.

    24. No conozco Sicilia, pero tras este artículo hare todo lo posible para poder organizar un viaje turistico por la isla.

    25. Me fascina tu percepción de los viajes y como lo transmites. Yo que estuve en Sicilia, después de leerte he disfrutado de cosas, en las que no había reparado. Me ha gustado mucho también el comentario de Cari Oriol.

    26. Bonito viaje por esa hermosa isla que es Sicilia, siempre tan vinculada a la “mafia”, pero sin embargo encantadora en todo su esplendor.

    27. Palermo es una asignatura pendiente, y creo que desde hoy va a ser mas inminente mi viaje, ya que no voy a poder perdérmelo después de todo lo que he leído.

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