Jardín de Cádiz

Tengo en mi casa de Madrid un óleo sobre tabla de la Alameda de Cádiz pintado por Pedro Serra Farnés. Paisajista barcelonés de la primera mitad del siglo XX que recorrió media España plasmando rincones. Es la joya de la corona de mi modestísima colección de pinturas. Que no pasa de más de treinta obras. De autores que van desde el tetuaní Ahmed Ben Yessef -excelente artista y amigo- al jienense Juan Eugenio Mingorance, pintor del exilio español en México. En esos cuadros hay más valor sentimental que artístico. Me ocurre principalmente con la Alameda pintada por Serra. Porque recoge uno de los lugares de mi infancia que permanecen tal cual. Pese a que la pintura es anterior a 1928. El año en que este jardín gaditano que se asoma al mar fue reformado por el arquitecto Juan Talavera Heredia, uno de los maestros del regionalismo andaluz. Todo esto me viene al recuerdo hoy domingo. Dos de mayo para más señas. Cuando paseo por la Alameda de Cádiz. Llamada también de Apodaca. Y del marqués de Comillas. Disfrutando del atardecer. Que se encarga de refrescar un ligero viento de Poniente. Tengo frente a mi la otra orilla de la bahía. Las costas de El Puerto de Santa María. Y la parte más oriental de Rota. Rebosante de construcciones. Todo lo contrario a la pintura de Serra, que plasma naturaleza en ese horizonte. La de entonces. Los pinares de El Puerto. Que son los de La arboleda perdida de la infancia de Alberti. El otro lado de la bahía es desde hace décadas distinto. E incluso también de noche. Con potentes reflectores que advierten de las instalaciones de la Base Naval de Rota. Pero este otro de aquí sigue igual. La misma palmera. La misma balustrada. La misma buganvilla. Y el mismo color del mar.

alameda-de-apodacaEsta alameda la preside un conjunto monumental inaugurado en 1922 en honor del segundo marqués de Comillas. Don Claudio López Brú, artífice del éxito de la Compañía Trasatlántica.  Que fue un importante pulmón naviero para Cádiz durante el siglo XX. El marqués está reconocido en un busto de marmol que destaca dentro de una composición construida fundamentalmente en piedra azul y plagada de motivos hispanoamericanos. Con una maternidad que representa el mestizaje. Y la figura de un león que se funde con un cóndor (hoy decapitado). Símbolo de la unión de España y América. Colón, Cervantes, la Marigalana y el vapor mixto Cantabria convergen también en este monumento. Obra del barcelonés Antonio Parera, autor de la estatua ecuestre de Alfonso XII que se encuentra en el estanque del Retiro, en Madrid, y del Hércules de Plaza de Catalunya, en Barcelona. La Alameda es jardín desde el siglo XVII. Cuando se alzaron las murallas sobre el mar. Hasta entonces aquel lugar era conocido como caletilla de Rota. Hoy todavía existe un azulejo con ese nombre en la primera línea del caserío. Después fue transformado en jardín inglés. Ya en 1848. Permaneciendo así hasta la reforma de Juan Talavera. Que le dio impronta regionalista. Con farolas de hierro forjado, azulejos para sus bancos y cerámica de Triana para sus fuentes. El pasillo central que discurre por esta Alameda está compuesto por baldosas de marmol ajedrezadas. Perfectamente alineadas a los setos de tuyas, gimnospermas y aligustres que protegen los jardines. Que son frondosos, además de bellos. Con dos ficus (macrophylla) gigantes en uno de sus extremos cuyas ramas centenarias penden sobre el mar. Que son similares a los de la plaza sevillana del Museo. Y al del parterre de Valencia. Con el tiempo se han ido colocando entre la vegetación bustos de personalidades vinculadas a la ciudad de Cádiz. O con América, dada la peculiaridad del recinto. Erigidos sobre pedestales allí están José Martí, prócer cubano. Juan Pablo Duarte, primer presidente de la República Dominicana. Miguel Grau, héroe naval de Perú. Ramón Power, diputado doceañista por Puerto Rico. Y Francisco Prieto, pintor vallisoletano afincado en Cádiz. Que ha sido el artista que mejor ha retratado este hermoso jardín asomado al mar.

La Alameda acoge también entre rosaledas a Rubén Darío y César Vallejo, poetas universales del siglo XX nacidos en América. Nicaragua y Perú. Poeta uno del modernismo, poeta el otro del dolor humano. Diferentes, pero profundos. Llenos de sentimientos. Tal cual es Darío: Darme otra boca en que queden impresos/ los ardientes carbones del asceta/ y no esta boca en que vinos y besos/ aumentan gulas de hombre y de poeta. Y como es Vallejo: Subes centelleante de labios y de ojeras!/ Por tus venas subo, como un can herido/ que busca el refugio de blandas aceras. Emulando aquellos años de mi infancia, recorro ahora los salones de este jardín. Identificando lugares. Haciendo mío su paisaje. Contemplando el mar desde su balustrada. Y buscando silencios. Que aquí sólo quiebran el trino de las inquietas golondrinas. O el rugido de las olas que rompen contra la muralla. Que hoy son apacibles. José Ramón Ripoll es un excelente poeta gaditano. Pero también un buen amigo de la infancia. De los que frecuentaban de niño esta Alameda. Llevo conmigo en este paseo uno de sus libros de poemas. Que me regaló con cariñosa dedicatoria hace unos días. Y que me apetece repasar sentado aquí frente a una fuentecilla cuyo borboteo crea filigranas de agua. En medio de la brisa del mar. Y entre olores de Primavera. En un rincón de hoy. Que ayer lo fue de mi infancia. Y que me acompañará siempre. El tiempo es otro tiempo en su horizonte/ y ni el aliento se repite./ Su palabra puede que sea la misma/ que los abrazos anteriores,/ pero el silencio de ese instante/ es la sorpresa, /la llamarada destructora/ que nos enseña la inquietud y el sosiego/ de lo que nunca se acaba.

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    51 opiniones en “Jardín de Cádiz”

    1. Querido Fernando, la semana pasada venía en el Diario una foto de tu padre y creo que del padre de Angelito Arenas en la azotea creo que o de la residencian o del INP, al cubrir aguas. ¿ la has visto?

    2. ME PERDERIA EN ESE JARDIN DE FLORES JUNTO AL MAR, ENTRE LOS VIENTOS DE PONIENTE Y DE LEVANTE, ALBERTI ENFRENTE, CARLOS EDMUNDO DETRAS, VALLEJO Y DARIO, ROSALEDA JUNTO A LAS OLAS, PASEO Y ESTANCIA, RINCÓN ANDALUZ CON HISTORIA Y SILENCIOS, TIMONEL DE SENTIMIENTOS, PROEL DE OTROS SILENCIOS, HORIZONTE QUE NO SE APAGA, FARO DE LUZ QUE TE HACE SENTIR LOS QUE SIENTES… MUCHO, POCO O NADA.

      D.

    3. Un amigo, hace muchos años me mostró un oleo de Serra Farnes, que si no recuerdo mal lo había adquirido fuera de España, como toda su pintura, era un bonito paisaje de colores tenues. Me gusto mucho. También recuerdo, que me encargó averiguar algo del pintor., pregunte a mis amigos amantes de la pintura y no lo conocían.

      Hoy gracias a Fernando y también a internet he sabido mas cosas de este paisajista barcelonés que se movió por toda España, pintando paisajes preciosos.

    4. No he leido los poemas de tu amigo de infancia José Ramon Ripoll pero si que conozco sus artículos monográficos sobre música clásica destacando bajo mi punto de vista “mundo pianístico de Chopin”. No tengo la suerte de conocer personalmente a J.R. Ripoll (que me encantaria) pero si que le sigo a través de la programación que hace en Radio Clásica en la que pretende y consigue una relación entre la música y el pensamiento o la música y las palabras. A mí la música clásica me apasiona y la escucho diariamente a través de Radio Clasica y Catalunya Música.

    5. Ya sé por qué a veces el guiño ausente de un desconocido se acerca tanto aquí dentro y remueve..y resuelve..diciéndolo todo, aunque no tenga mi cara, ni mi vida, ni mis sueños.
      Ya sé quién nos une en lo profundo, deshojando risas y llanto, atacando el cansancio de existir…inútilmente…para definir el espacio de lo intocable.
      Tú hablas de mar, precioso azul que es mi extraño, inmenso amante abandonado.
      Yo hablo del silencio, el que juega entre las rocas como ocupa de estos montes tan altos.
      Tú hablas del poeta y yo de aquellas manos que rodeaban mi sueño nervioso de niña pequeña.
      Tú tienes el recuerdo…..yo acaricio mi infancia,
      Yo guardo la memoria….tú te vuelves pequeño…niño en la distancia. Y ya somos dos…….ahora seremos más.

    6. Me ha llamado la atención la belleza de la alameda de Cádiz y no me extraña que tanta belleza fuera plasmada por un pintor catalan y no he podido resistir mi curiosidad de mirar por intenet su obra sin sorprenderme que todos sus paisajes tienen las caracteristicas de la “escuela de Olot”.

    7. .REALMENTE UN PLACER LEER HOY TU BLOG ME HAS LLEVADO POR LA PINTURA, LA ESCULTURA LA ARQUITECTURA, EL PAISAJISMO Y LA LETRA . GRACIAS

    8. Qué lugar más hermoso para pasear. Y para que estén juntos Rubén Darío y César Vallejo.

    9. Que preciosidad Cadiz, y Andalucía en general! Para mi, uno de los lugares más bellos de España. Andalucía tiene un aire especial, una gracia, sus colores, su gente y su salero…en definitiva, una maravilla!

    10. Creo que en una casa frente a esa Alameda Apodaca nació otro gran poeta español, Carlos Edmundo de Ory, que pasó su infancia entre esos bonitos jardines.

    11. La descripción de tu paseo por la Alameda me llena de sensaciones. Bravo Fernando¡¡¡ Tienes la vena artística y literaria de los andaluces.

    12. Estimado Curro: El poeta Carlos Edmundo de Ory al que te refieres, Fernando G.G., es hijo de otro gran poeta gaditano y modernista, íntimo amigo de Rubén Darío. Se llamaba Eduardo de Ory y Sevilla, era diplomático, dirigía revistas literarias y fundó la Academia Hispanoamericana de Cádiz. Por supuesto que Carlos Edmundo se crió en ese jardín de la Alameda, porque sus padres vivían justamente allí. Dos generaciones de poetas en ese rincón de Cádiz que lo bordas con tu pluma. Enhorabuena. J.A.

    13. Que preciosidad de jardines, de foto, y de artículo¡¡¡¡ y que bueno, que se conserven igual, esto es una maravilla y un milagro.
      Saludos

    14. Eduardo de Ory, padre de Carlos Edmundo, era un gran poeta modernista, no sólo amigo de Darío sino igualmente del mexicano Amado Nervo, el poeta de Tepic, cuya poesía introdujo en España.

    15. Como siempre Fernando todo lo que escribes es tan bonito que leo tus artículos con tanta atención en especial cuando hablas de poesía que me encanta muchisimo pero también como usas ese lenguaje para describir los paisajes con tanto detalle minucioso ah! y los recuerdos que tienes en algunos de esos lugares donde tuviste tantas cosas bellas que recordar.

    16. Hace muchos años estuve en Cadiz, y me gusto muchisimo, pero hoy despues de leerte, y de la descripcion que hace un Gaditano tan enamorado de su Cadiz Me voy a hacer el proposito de ir este año y ya te contare Saludos.

    17. Si nuestro entero país leyese tus articulos el nivel y el estímulo cultural y, posiblemente, la educación por el buen gusto subiría muchos enteros. Gracias y sigue deleitándonos.

    18. Yo que vivo en El Puerto veo esa Alameda todos los días, a lo lejos con las espadañas de la iglesia del Carmen y el baluarte de los Martires, entre árboles y casas blancas. Así me despierto todos los días. Exquisito tu relato, Fernando.

    19. MARIA, UNA ACLARACION.

      ESE BALUARTE QUE DICES VER DESDE TU CASA DEL PUERTO ES EL DE LA CANDELARIA. ES VERDAD QUE HAY UN BALUARTE QUE SE LLAMA DE LOS MARTIRES, PERO ESTA EN EL OTRO LADO DE LA MURALLA, EN EL CAMPO DEL SUR.

    20. Fernando, cada vez que leo alguno de tus artículos, me gustaría que escribieras alguno de Colombia. En Colombia, más concretamente en Bogotá un jardín Botánico que cuenta toda nuestra historia, lástima que no pueda poner una foto y es muy parecido al que reflejas en el de Cadiz con ese sentimiento de amor que nunca desaparece en todo lo que escribes.

    21. En esta tarde todos, todos pasan
      sin preguntarme ni pedirme nada.

      Y no sé qué se olvidan y se queda
      mal en mis manos, como cosa ajena.

      (Ágape, de César Vallejo)

    22. Que bonito es el paisaje de la Alameda. En cuanto al pintor no conocia su obra, pero buscare en las pinacotecas alguna obra para comparar.

    23. A José Martí lo clasificas como procer cubano, pero también fue un buen poeta. Nos ha dejado unos poemas estupendos y reconocidos que seguro que tanto Ruben Darío como Cesar Vallejo los hubieran sentido con la profundidad que poseen, además de su patriotismo. De Martí son estas estrofas:

      Yo soy un hombre sincero
      de donde crece la palma
      y antes de morirme quiero
      echar mis versos del alma.

      Yo vengo de todas partes,
      y a todas partes voy:
      arte soy entre las artes
      en los montes, monte soy.

      Yo se los nombres extraños
      de las yerbas y las flores.
      Y de mortales engaños.
      Y de sublimes dolores.

      Yo he visto en la noche oscura
      llover sobre mi cabeza
      los rayos de lumbre pura
      de la divina belleza.

    24. ¡Peces del mar, salid, cantad conmigo!
      Pocos poetas como Alberti han expresado con tanta maravilla la añoranza de su terruño, que, en su caso, causaron su exilio circunstancias ajenas a él, como la familia, la política…Lo que me ha llamado siempre la atención de Alberti es el grado de emoción positivo de sus versos: cuánto mal de añoranza es expresado con tanto júbilo.
      El óleo de la Alameda de Cádiz equilibra tu nostalgia, porque por él no ha pasado el tiempo. La pintura permanece intacta a tus recuerdos; no ha sido castigada por el azote de la modernidad, el cambio, la evolución…El cuadro reafirma tus recuerdos, ayuda a alimentarlos.
      Algunos comentarios particulizan en el poeta Carlos Edmundo de Ory y aportan datos sobre su vivienda. Padre e hijo, grandes poetas. Uno modernista y el vástago el mayor representante del movimiento poético denominado “postismo”, que se dio a conocer hacia 1945. Adscrito al vanguardismo, concibe la poesía como algo en continuo experimento y el poeta lleva a cabo una exploración constante de lo nuevo o, mejor dicho, lo novedoso, con la ayuda de la imaginación y el humor si hace falta, hasta el punto que algunos de sus poemas recuerdan más al movimiento dadaísta.
      Estoy hablando de Carlos Edmundo de Ory porque el artículo me ha recordado una de sus poesías: “La casa muerta” ¿Podría corresponder a la que habéis aludido? Yo creo que sí. Es la casa de su infancia o juventud. Los versos dicen:
      Paso a paso llegué a la verja un día
      no habiendo nadie y con mi poca altura
      abrí la puerta y penetré en la oscura
      casa que estaba en su interior vacía.
      Como la lluvia allí no me podía
      dormité con un sueño que aún me dura;
      pues bien, nunca saldré de esta aventura
      la que yo llamo la ventura mía.
      Yo soy aquella la lejana casa
      y aquel el hombre triste que la habita
      empeñado en no abrir jamás la puerta.
      No el viento pasa. No la lluvia pasa.
      Ni aún nadie se le acerca porque evita
      el miedo que le da la casa muerta.
      El júbilo de Alberti y la amargura de Ory contrastan. Son dos maneras de recordar, dos maneras de vivir.

    25. Vaya relato mas hermoso fernando, ya quisiera ser como vos y poder conocer tanto de pintura, que hermoso Cadiz algun dia voy a recorrer todo el territorio español para poder llevarme a mi tierra un buen recuerdo.

    26. De casta le viene al galgo. Si Carlos Edmundo de Ory heredó de su padre Eduardo su vocación poética, otro Ory, cuarta generación, ha tomado el relevo poético de sus parientes. Es Camilo de Ory, al que llaman el poeta rockero. Malagueño nacido en Segovia, ya ha obtenido dos importantes premios poéticos, el Emilio Prados y el Villaespesa.

    27. Muchos o demasiados placeres en unas pocas líneas. Contemplar un buen cuadro, disfrutar de un precioso paisaje y adorable entorno. el remate obligado: la lectura placentera sazonada con paz, tranquilidad y el rumor del agua. Y todo ello con la mejor compañia esculpida de quienes pudienron significarse en el alma y en la historia. Que más se puede desear?
      Todo un hedonista

    28. Rubén Darío y Cesar Vallejo son dos magníficos poetas hispanoamericanos que supieron cantar a España con todo su sentimiento, cada uno tal como era y cada uno según su tiempo.

      Veamos el soneto “España”, de Ruben Darío:

      Dejad que siga y bogue la galera
      bajo la tempestad, sobre las olas;
      va con rumbo a una Atlantida española,
      en donde el porvenir calla y espera.
      No se apague el rencor ni el odio muera
      ante el pendón que el bárbaro enarbola;
      si un día la justicia estuvo sola,
      lo sentirá la humanidad entera.
      Y bogue entre las olas espumeantes,
      y bogue la galera que ya ha visto
      cómo son las tormentas de inconstantes.
      Que la raza está en pie y el brazo listo,
      que va en el barco el capitán Cervantes,
      y arriba flota el pabellón de Cristo.

      O estos versos de Cesar Vallejo del poemario “España, aparta de mi este caliz”, escrito en 1937:

      ¡Cuidate, España!
      ¡Cuidate España de tu propia España!
      ¡Cuidate de la hoz sin el martillo,
      cuidate del martillo sin la hoz!
      ¡Cuidate de la víctima a pesar tuyo,
      del verdugo a pesar suyo,
      y del indiferente a pesar suyo!
      ¡Cuidate del que, antes de que cante el gallo,
      negárate tres veces,
      y del que te negó, después, tres veces!
      ¡Cuidate de las calaveras sin las tibias
      y de las tibias sin las calaveras!
      ¡Cuidate de los nuevos poderosos!
      ¡Cuidate del que come tus cadáveres,
      del que devora muertos a tus vivos!
      ¡Cuidate del leal ciento por ciento!
      ¡Cuidate del cielo más acá del aire
      y cuidate del aire más allá del cielo!
      ¡Cuidate de los que te aman!
      ¡Cuidate de tus héroes!
      ¡Cuidate de tus muertos!
      ¡Cuidate de las República!
      ¡Cuidate del futuro…!

    29. Esa alameda es un balcón que asoma al mar y no me extraña que la hayan elegido tantos poetas para inspirarse. Es de los sitios más bonitos de Andalucía y cada vez que viajo a Cádiz intento pasar por allí y disfrutar de su paisaje y de sus jardines.

    30. Que artículo más interesante, podríamos hablar de un sin fin de jardines como los Colgante de Babilonia, pero deseo escrbir de uno que me agrada mucho y que he tenido la oportunidad de estar varia veces y que echo mucho de menos: El Jardín Botánico de Brooklyn, Brooklyn, N.Y – Varios expertos han elegido a este jardin como uno de los más bonitos del mundo. entre otras cosas, por ser el primero diseñado para los discapacitados visuales y por su primer jardín para niños. Se ha convertido en el prototipo de todos los jardines para niños alrededor del mundo. Tiene estanques de lirios atraen garzas y garcetas, y 10000 plantas diferentes, robles, hayas y abedules, como peonías y cerezos de Japón y se respira una atmosfera única.

      Jardín Botánico Boerner, Milwaukee, WISC. – Este jardín, ubicado en las afueras de Milwaukee, WISC. incluye colecciones de hostas y coníferas, un pantano con frambuesas silvestres, flor de pantano y col de mofeta. Un jardín muy bonito y lleno de frescas sombras.

      Jardín Old Westbury Gardens, Long Island, N.Y. – Diseñado en 1906 por George A Crawley para la familia Phipps, tiene bosques, extrañas formas arquitectónicas y lagos que rodean una mansión estilo Carlos II. Está increíblemente mantenido y cuidado. Tiene una de las más espléndidas extensiones de césped y árboles, un jardín perenne de estilo italiano lleno de plantas con flores, y en un extremo se encuentra un gran estanque rodeado de una pérgola.

      Villa Imperial Katsura, Kyoto, Japón – Este es uno de los grandes jardines imperiales de Japón. Es muy antiguo y famoso, diseñado en el siglo 16 por el famoso jardinero Kobori Enshu. Es un jardín oculto y revelador, que ofrece diferentes puntos de vista en todo momento y llena de sorpresas que se revelan con un gran impacto. Está lleno de alusiones literarias y muy cuidadosamente planificadas. El verde de todos los jardines cuenta con agua, puentes, pequeñas villas, musgo, peldaños y otros sutiles placeres.

      Jardín Chanticleer, Filadelfia, Penn – En las afueras de Filadelfia, este jardín incluye jardines perennes, tropicales, contenedores, bosques y flores silvestres. Asientos y bancos esculturales, vallas de hierro forjado, y puentes que ofrecen una combinación de atractivos naturales y elementos artísticos.

    31. solo he estado una vez en cadiz, pero me impresionó lo integrada que está en el mar. es de aquellas cirudades que
      siempre estaria dispuesta a volver.
      como es algo circular -o esa fue mi impresión- y ademas soy
      terriblemente despistada, aparque el coche de alquiler en el paseo que hay al lado del mar, y cuando quise volver iba dando
      circulos alrededor del centro de la ciudad, hasta que la guardia urbana tuvo que ayudarme a encontrar el coche. (no es broma)
      espero cuando vuelva , que se note que es mi segunda vez o
      haber mejorado el sentido de la orientacion.

      otra cosa, y que bonito es tener en casa aquellas obras picto-
      ricas que nos dan un placer sentimental por lo que evocan –
      prescindiendo de su valor crematistico.

    32. yo viví hasta los diez años en cádiz, muy cerca de la alameda de apodaca, que fue uno de mis rincones de juegos de infancia junto a la plaza mina y el parque genovés… de la alameda recuerdo a los pescadores con las cañas del país pegando lances al mar, de día y de noche, y los restaurantes que había por allí, el telescopio y el anteojo. ya de mayor he ido bastante a cadiz y, como has hecho tu, he recorrido esos espacios rememorando mi infancia. artículo muy logrado, amigo orgambides. mi enhorabuena.

    33. Estuve de vacaciones en Cádiz y me enamore de la ciudad, de sus playas, de su sierra, de la gastronomía y por supuesto de ese jardín tan bello frente al mar. Todo ello comparable a la belleza de tus artículos , que voy leyendo poco a poco desde que gracias a m.ángels, he descubierto tu blog.

      Un saludo

    34. Has escogido un lugar precioso Fernando. Invita a la serena reflexión. No sé si conoces los jardines de Cap Roig en Calella de Palafrugell. Si no es así, ya puedes organizar un viajecito, te gustarán. Ahora es una época estupenda. Por cierto, esto va dirigido a CARME. ¿Te has equivocado de blog? ¿Tu comentario está en clave? No he entendido nada.

    35. espléndido jardín sobre la bahía de cádiz y el puerto de st maría enfrente. idóneo lugar también para pasear después de ver los zurbaranes en el museo de cádiz y tomar unas cañas y unas bocas de la isla en la calle zorrilla. siempre cádiz!!!!!!!!!!!

    36. Cadiz significa, de un tiempo a esta parte, amigos, confidencias, complicidad… Es una ciudad que creía conocer pero he descubierto que no, ni mucho ni poco, apenas nada. Que hay unos cuantos locos maravillosos que han irrumpido en mi txoko del norte y me están abriendo los ojos, me están enseñando a mirar. Y yo, que me dejo…

      Me dices Cádiz y dices historia con mayúsculas, que echamos la vista atrás y uno se pierde allí por el tiempo que prefiera. Me dices Cádiz y todo suena a chirigota, a guasa e ironía fina, que el arte de decir cantando es mucho decir por estos lares. Oigo Cádiz, y creo escuchar nítido aquello de “Viva La Pepa” ahora que andáis, además, de festejos bicentenarios. Mencionas Cádiz, y huelo a puerto de mar, a los dos mares. Y las veo… la misma palmera, la misma balustrada, la misma buganvilla.

      Me conmueve esa Alameda que alberga poetas en piedra, sin duda. Y los versos que has elegido para ilustrar tu relato de hoy son muy-muy hermosos… por tus venas subo, como un can herido… Vallejo, siempre desgarrador pero, por Dios… que frase!!!! Y Ripoll, amigo de la infancia, un desconocido para mi, pero prometo enmendarme. Lo ves? Ves, Fernando, como me estás enseñando a mirar una Cádiz que no conocía?

      Gracias, gracias, gracias por lo que te toca. Y a Enrique, sin duda. Y un beso para los dos. Bueno… uno para cada uno, que por besos que no sea.

    37. Ese Camilo de Ory de que habla Javier E.G. no es familia de Eduardo ni de Carlos Edmundo. Ni siquiera lejana, áunque él suela decir que es sobrino nieto para apuntarse un tanto y ganar notoriedad. Es un engañoa y es mentira. La familia de Carlos Edmundo no lo conoce de nada.

      Qué malo debe de ser un poeta para necesitar hacer creer que es familia de otro para triunfar….

    38. Amigo Ory, si es así me siento decepcionado. No me puedo imaginar que haya personas que hagan esas cosas. Lo siento mucho; yo solo pretendía darle grandeza a esa saga poetica. Un abrazo a todos los Ory de verdad. Gracias.

    39. Estimado señor “Un Ory”, el difunto abuelo paterno de Camilo de Ory, Francisco de Ory Aranaz, emigrado en su juventud a Madrid, era primo hermano de Carlos Edmundo de Ory. Así puede usted comprobarlo preguntando a cualquiera de los dos. Si tiene algún problema personal con el autor, le sugiero que se ponga en contacto con él en lugar de esparcir injurias anónimas en blogs ajenos. Yo mismo le puedo proporcionar sus señas si lo desea. En cuanto a AG, ya ve, parece que el pájaro va a ser otro. Yo tampoco me puedo creer que haya personas que hagan estas cosas.

      Cordialmente, otro Ory.

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