Frente al Bósforo

El Swiss Hotel es la atalaya cuasi perfecta para contemplar el Bósforo. Que es el estrecho que divide en dos partes a Estambul, la mayor ciudad de Turquía. Separando por mar Europa de Asia. Y creando un pasillo navegable entre el mar Negro y el Mármara. Es un hotel internacional de arquitectura moderna. Espacioso. Y operativo. Que se alza sobre una cima frondosa cercana al barrio de Nisantasi. Donde se ubican las tiendas más exclusivas de la ciudad. También los mejores cafés y restaurantes. Pasear por Nisantasi es como sentir Estambul de otra manera. Porque la identidad oriental no es allí tan acusada. Quienes habitan este barrio son gente pudiente. Profesionales, universitarios, artistas. Extranjeros de ahora. Y de los de antes. Clases refinadas en suma. Aquello fue hasta mitad del XIX un paraje a orillas del Bósforo donde el Ejército otomano medía su puntería en el lanzamiento de piedras. Pero el sultán Abdulmecid lo transformó en un barrio occidental separado del grueso de la ciudad. En contraste con la vieja Estambul, hasta 1930 llamada Constantinopla. La del Palacio de Topkapi, Santa Sofía y la Mezquita azul. La del Gran Bazar. Con su olor a especies. Y sus coloristas calles empinadas que bajan al mar. Repletas de cafetines, gremios y puestos ambulantes. Y que fluye más allá de los cuatro puentes del Cuerno de Oro. Aldumecid hacía el número 31 de los sultanes del Imperio otomano. Pero había recibido educación europea. Que derivó en afrancesamiento. Y en pasión por la literatura y la música clásica. No en vano introdujo en Turquía los primeros billetes de papel moneda. Sustituyó el turbante por el fez. Permitió a los no musulmanes formar parte del Ejército. Y reorganizó las finanzas del Estado importando el modelo francés. Con este sultán Turquía estrenó himno nacional e incorporó a la bandera la estrella de cinco puntas que hoy luce junto a la media luna. Ay Yildiz, que es el símbolo musulmán por excelencia y que algunos estados de esta confesión asocian con el Paraiso.

estambulEl barrio de Nisantasi dispone de una mezquita neobarroca. Y de una estación de policía de estilo neoclásico. Predomina el art nouveau entre sus edificios, que en sus bajos suelen albergar comercios, galerías de arte y una gama variada de locales comerciales de corte parisino. Fue el barrio elegido por la familia del poeta Nazim Hikmet cuando tuvo que huir de Salónica a Estambul tras la guerra de los Balcanes (1912-1913). Y también donde hoy día tiene su residencia Orhan Pamuk. Escritor turco que en 2006 obtuvo el Premio Nobel de literatura. Ambos rebeldes, cada uno en su tiempo. No hace mucho estuve en Estambul recorriendo esta orilla. Y contemplando desde el Swiss Hotel el paso de buques que atraviesan a diario el Bósforo. Navegando pausadamente unos trás otros a la luz del día. O ayudándose en la noche de sus sirenas para mantener firme el rumbo en la oscuridad. Pero siempre solemnes entre los viejos fortines otomanos. Rumel Hisari, Anadolu Hisari. Que están frente a frente. El primero en Europa, el segundo en Asia. Y que custodian desde las dos cornisas la parte más angosta de este canal natural. 750 metros. Donde los buques se alinean con el caserío creando una fotografía única. Mientras una legión de vapores y catamaranes (deniz otobüsü/autobuses de mar) se hacen dueños del Mármara en su trasiego de orilla a orilla. De isla en isla. Y la silueta de los dos gigantescos puentes colgantes -el Bogazici (1973) y el Fatih Sultan Mehmet (1988)- irrumpen con su modernidad a lo lejos haciendo más corto el encuentro entre ambos lados de la ciudad.

Estambul es una ciudad de contrastes. Como también lo es Turquía. Mehmet -el sultán que tomó Costantinopla- pidió en 1453 a los judíos del mundo que se establecieran en la ciudad para hacerla más fuerte, moderna y poderosa. Y desde entonces existe allí una importante comunidad judía. Al desaparecer el imperio otomano tras la I Guerra, Turquía inició su proceso hacia la modernidad convirtiéndose en un país con la mirada puesta en Occidente. Con pilares sólidos como la laicidad de su Estado, el sistema republicano que rige su vida pública y la libertad de culto que gozan sus ciudadanos. Pero también es un país fronterizo. Con sus ventajas. Y sus inconvenientes. España y Suecia apoyan su ingreso en la Unión Europea. Francia y Alemania se resisten. Pese a que es un país atlantista, forma parte del Consejo de Seguridad y su situación geopolítica es una valiosa garantía. El problema lo plantea la religión. Con 41,3 millones de musulmanes, que representan el 60% de la población. Hay quienes piensan que esta entrada masiva desequilibraría la línea de flotación de Europa. Y otros sostienen que con la ciudadanía comunitaria estos musulmanes estarían a salvo de caer en manos del islamismo radical. Todas estas reflexiones me acompañaron en mi recorrido por la orilla occidental de Estambul entre el Swiss Hotel y Nisantasi. Que es un balcón turco tan europeo como los bulevares de Paris. Y desde donde se contempla un hermoso paisaje asiático. Muy europeo también en su primera línea. Pero con un horizonte en el más allá que presentí indefinido. E incluso misterioso. Que es como Occidente siente historicamente a Oriente. La literatura política que me acompañaba en esta reflexión iniciada en la orilla europea de Estambul no me ayudó a establecer criterio. Turquía la dirige un islamista moderado (el primer ministro Erdorgan) que se entiende con paises como Irán, Irak y Siria, además del Norte de África y Sudán. Con quienes ha multiplicado sus exportaciones. Pero para entenderse hay que hacer guiños. Y en Europa no gustan los guiños con el bravucón de Ahmadineyad o con el dictador Al Bashir. Circunstancias que aumentan la sospecha de que tras la aparente laicidad de la actual Turquía se ocultan otras intenciones. Lo que me provoca un mar de dudas. Y bastante tristeza. Esto me ocurría frente al Bósforo. Mirando fijamente a Asia desde la otra orilla. De la que me despedí enamorado de su silueta sin saber qué piensa (ella) de Europa.

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    45 opiniones en “Frente al Bósforo”

    1. Me dan ganas de volver a Istambul, una de las ciudades que mas me han impactado por su belleza y también por sus contrastes. Aparte del hotel que citas que tiene unas vistas espectaculares, a mi me gustaría indicaros otro lugar que se encuentra en el punto mas alto de la colina del cementerio de Eyüp, allí hay un bonito café el “Café de Pierre Loti”, llamado así por el novelista francés, que allí escribía, imagino que tanta belleza le inspiraba.

      Se puede subir andando y en teleférico, yo lo hice andando y merece la pena el entorno es maravilloso, una vez arriba reconforta mucho el delicioso café ó te , que preparan y lo mejor las vistas al Bósforo y también la ciudad al fondo salpicada por sus mezquitas.

    2. Me has despertado unas ganas enormes de conocer Istambul Siempre me ha parecido exotico y bello Los contrastes de vidas , pero, cuidando sus orígenes con gran celo. También me has despertado la curiosidad de leer algo del premio nobel del que no tenia ni idea y me siento un poco apenada. Gracias por despertarme esta nueva inquietud pues me encanta leer.

    3. Me has recordado uno de mis primeros viajes de adolescente mochila al hombro y muchas ganas de descubrir. Estambul me dejo muy impactada por su exotismo.

    4. Pienso que la mejor manera que al mundo occidental no se le escape Turquía es otorgarle el derecho a ser miembro de la Unión Europea sin más demora y por unanimidad. Dejemos ya las religiones como excusa política y olvidémosno de ellas también para hacer política.

    5. ” Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Istambul…” tampoco podre olvidar mi paseo por el Bósforo. Esa luz, brillante, ese mar, “de plata y azul”, dos mundos, tan cerca, tan lejos… Quedó impregnado en mi retina para siempre.Que belleza. Gracias por acercármelo de nuevo, Fernando.

    6. Bona nit, Fernando. Acabo de venir de cenar en Els Pescadors, en la Plaça Prim, y he encendido el ordenador para contártelo con un segundo comentario en el post Como siempre, pero -¡oh, sürpriz!- me acabo de topar con tu viaje a Istambul occidental. Un diez, querido. Pero no te olvides de Taksim, que es el meollo de Istambul, donde convergen lo más oriental y lo más occidental de Turquía. ¿Sabes que significa taksim? Pués “distribución”, porque desde esta gran plaza se distribuían las aguas potables a la ciudad desde el siglo XVIII, cuando gobernaba otro sultán Mehmet al que tu referencias. Mehmet I, por supuesto. La última vez que estuve en Istambul fue hace dos años, pero he viajado a Turquía varias veces en los últimos veinte y puedo decirte que conozco algo de aquel gran país. De momento te sugiero que, si vuelves, te vayas a Taksim y te alojes en el Hotel Marmara. Tu visión de la otra orilla de Istambul será distinta, porque allí los dos sentimientos turcos están muy equilibrados, pese a la apariencia europeizada de esas calles comerciales que confluyen en la plaza y que en algún momento parece que te encuentras en el Portal de l’Angel, aquí en Barcelona. Enhorabuena, Fernando. Me has alegrado la noche con este postre periodístico a falta del que no me he tomado en Els Pescadors. Te lo recomiendo cuando vengas a Barna. ¡Buenísimo!. Sagol, Fernando.

    7. Todo el mundo queda encantado de Estambul; unos porque lo visitan y otros porque lo encuentran en la literatura. Y es que se ha escrito tanto sobre esta ciudad y siempre maravillándose de ella. Yo estuve y quiero volver. Por supuesto quiero subir “a pie” y encontrarme en el café en que Pierre Loti escribía. Gracias, María Ángeles Santiveri por tu información. Será como rendir homenaje a este gran viajero de mirada profunda, pero suspicaz, y consumado escritor.
      La situación geográfica de la ciudad la ha convertido en encrucijada de culturas y eso siempre la hace atrayente. Comparar la que tienes tú con otra, siempre abre el espíritu y lo engrandece. Lo mejor de ti debe ser para los demás y recibir tú lo mejor de ellos. Esto siempre es así entre viajeros, entre ciudadanos del mundo, personas abiertas y hambrientas por conocer. Tristeza, Fernando, cuando piensas en política. Esta lo estropea todo, pues sus intereses distan mucho de ese ideal político que ya Aristóteles definió como dirigido al bien común. Actualmente se debería obsequiar a la mayoría de dirigentes un manual de la “Política” de Aristóteles. Orhan Pamuk se ha visto amenazado de muerte simplemente por escribir, por pensar, por querer comunicar. Y eso, naturalmente, es triste.

    8. Recomiendo leer la novela “El último tren a Estambul”, de la escritora turca Ayse Kubin.

    9. Una nueva ciudad que conozco por la descripción. se aprecia que es una ciudad muy hermosa y con mucha historia.
      Ya habrá la oportunidad de conocer esta ciudad de Estambul. y Turquía y sus alrededores para poder apreciar así como tu lo hiciste. y visitar ese Hotel cerca de las orillas. y ver ese paisaje bello que hay que divisar.

    10. Si vais a estar mas de tres días en Istambul, merece la pena ir a las “Islas de los Príncipes ” es un archipiélago en el mar Marmara, formado por nueve islas y dos islotes. En la época bizantina era lugar de retiro entre los sacerdotes, los nobles y los príncipes.

      En el Puente de Galata, hay un ferry que sale de una estación que se llama Sikeçi y tarda unas dos horas hasta el final. Yo visite la de Buyuk Ada, que quiere decir isla grande y está habitada, lo mejor es que está prohibida la circulación de vehículos de motor y la recorrí en coche de caballos.

      Antes de volver a la bulliciosa Istambul, me senté en uno de los encantadores restaurantes en la misma orilla, donde comí unos entremeses turcos, creo que se llaman mezze y un delicioso rodaballo, los pescados los tienen expuestos en los restaurantes, como reclamo a los turistas y os aseguro que llaman la atención, por su espectacular tamaño.

      Lo recuerdo como un día especial, os lo recomiendo.

    11. no he estado nunca en estambul, pero me impacto mucho la película la pasion turca, en la que ana belen tiene el primer papel femenino.

      muy fuerte, de verdad.

    12. …pués va ser que no si nos quieren meter la religión en las narices. Partidos que se llaman islamistas o cristianos no me gustan nada. y además tengo mis dudas sobre la “democracia” turca.

    13. ¿CUANDO OFICIALMENTE ESPAÑA Y, EN ESTE CASO, EL GOBIERNO DE ZAPATERO VAN A RECONOCER EL GENOCIDIO ARMENIO? ¿CUANDO, SR. MORATINOS?.

      ES UNA VERGUENZA QUE AQUI PASEMOS DE PUNTILLAS ANTE ESE EXECRABLE CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD Y FRANCIA LO HAYA RECONOCIDO E INCLUSO HAYA APROBADO LEYES PARA CASTIGAR CON PRISION DENTRO DE SU TERRITORIO A QUIENES LO NIEGUEN.

      POR FORTUNA, EUSKADI Y CATALUÑA HAN DEMOSTRADO ANTEPONER SU SOLIDARIDAD A LOS INTERESES MERCANTILES Y HAN CONDENADO ESTE HOLOCAUSTO.QUE PROVOCO LA MUERTE DE MILLON Y MEDIO DE ARMENIOS DURANTE EL GOBIERNO DE LOS JOVENES TURCOS.

      MIENTRAS TURQUÍA NO RECONOZCA PUBLICAMENTE ESTE EXTERMINIO, QUE NIEGA SISTEMATICAMENTE DESDE QUE SE PRODUJO, Y EN CONSECUENCIA PIDA PERDON POR ELLO, NO MERECE QUE FORME PARTE DE NUESTRA UNION EUROPEA.

    14. Película dura “Expreso de medianoche”. Basada en un hecho real. Esa fue mi primera imagen de Turquía…

    15. Visité Estambul hace cuatro años y me enamoré de esta ciudad para siempre. Me he emocionado con tu artículo, Fernando, porque me has hecho caminar por el barrio de Nisantasi y cruzar el Bósforo en uno de esos vapores que te llevan de orilla a orilla. Qué maravilla el Cuerno de Oro, los restaurantes de Bebek, el Gran Bazar, el tranvía de Taksim y ya no sigo más. Gracias, gracias, gracias.

    16. La foto lo dice todo, la belleza de un anochecer en el Bósforo es algo, que me quedo grabado. Cerca de la Torre Leandro hay un espigón en el que se tienden alfombras, para que los turistas se sienten en el suelo , para contemplar el magnifico anochecer.
      Me recordó el ambiente a los atardeceres en Ibiza, cuando se pone el sol, en San Antonio en el Café del Mar.

    17. Tengo muchas ganas de ir a Estambul, ciudad que por su situación geográfica es cruce de culturas, lo que debe ser interesantisimo. El paisaje, como demuestra la foto, indescriptible.

    18. No conozco Estambul, pero me sobra adivinar su belleza por las fotografías y los videos que he visto. Ojalá pueda dsfrutar esta ciudad algún día.

    19. No he conocido estambul pero esta ciudad, famosa por ser la ciudad más grande y más occidentalizada del país, y es la única ciudad del mundo situada entre dos continentes.

      Fue, en sus tiempos, la capital de los tres imperios poderosos, el romano, el bizantino y otomano. Actualmente, es la ciudad más grande de Turquía.

      Con tu artículo, ya tengo ganas de hacer las maletas.

    20. Cómo recuerdo el viaje a Estambul, me recuerda esa ciudad grande, con muchos centros comerciales modernos, tiendas… pero sobre todo, con una gran cantidad de mercadillos callejeros que frecuentan las calles. Estos mercadillos callejeros tradicionales increíbles ya que no han sufrido mucho cambio afortunadamente conforme ha ido pasando el tiempo pero que siguen atrayendo a muchas personas, ya sea por sus productos, antigüedades, precios baratos…

      El pasear por esos mercadillos es como encontrarse en una atmósfera viva, típica y propia de la cultura de turca. Fue una experiencia única .

    21. Casualidades de la vida, en mi visita “semana de Estambul” inolvidable”, acompañada de mi familia, tuvimos ocasión de conocer el SWISS HOTEL, desde cuya terraza pudimos hacer maravillosas fotografias, com pajaros lugareños incluidos.
      Lo maravilloso de Estambul, en mi opinión, es tener el pie entre dos mundos, como tan bien has expresado, Fernando.
      Hay sitios donde todos queremos volver. Donde tienes lo suficiente de ajeno y extraño para sorprenderte y lo suficiente de lo propio, a pesar de la barrera del idioma, para no sentirte extraterrestre ni atemorizado.
      Considero esta semana, de las más provechosas de mi vida y coincido en ello con mi esposo y los dos de mis hijos, entonces muy jóvenes, que nos acompañaron. Y encantada de tener la ocasión de recordar tan vivamente algo feliz.

    22. Es cierto, como comenta Sonia, que la relígión no puede usarse como excusa, pero también es verdad que algunos la utilizan como arma. Yo, como Fernando, también estoy lleno de dudas acerca de la laicidad de Turquía.

    23. He estado recientemente en Istambul , y la laicidad del gobierno, no tiene nada que ver con la religiosidad del pueblo, se palpa en la calle, yo, no tengo duda. Y, tampoco me gustan los guiños con Ahmadineyad. Por tanto me inclino a pensar que la entrada en la U.E. debe esperar.

    24. Estambul una de las capitales por excelencia a la que siempre apetece volver, y rememorar los contrastes que ofrece.
      Ademas de las especias, no hay que olvidarse el tipismo de de
      gustar caviar en los sotanos de esos pequeños establecimien-
      tos, todo un ritual y un placer.

      Solo releer a su prestigioso premio novel , aunque sea a pequeñas dosis, ya transporta a ese reino de los sentidos que es Estambul.

    25. Hola Fernando, me ha gustado lo que has publicado, qué recuerdos de esta gran ciudad! Estuve viviendo un año en Estambul, de intercambio Erasmus, hace menos de un año.

      Allí conviví con jóvenes estudiantes turcos, de otros países europeos y de otros continentes. Muchas noches debatíamos de política y religión, digamos que, por su situación, Turquía es un país que incita a ello. Me encontré con tantos puntos de vista! No se puede generalizar a los turcos y menos juzgarlos por su apariencia. Allí conviven desde el más conservador, sin llegar a ser radical, hasta el más liberal, pasando por el que se considera musulmán pero cuando sale de noche a divertirse con sus amigos se toma unas cervezas. Hay de todo.

      La mayoría opinaba que no quería formar parte de la Comunidad Europea, pero luego no lo veían tan claro cuando perdían tiempo y dinero para obtener el visado que les permitiría viajar a Europa para visitar a sus amigos del Erasmus.

      Otro tema que está en todos los periódicos últimamente es el del velo. Allí el hecho de llevar velo en instituciones públicas, como colegios, universidades,etc, está prohibido. Es un país laico. Durante ese año en Estambul, estudié en una universidad pública y no ví ni un solo velo, las chicas que normalmente lo llevaban se lo quitaban al entrar y se lo ponían al salir.

      Un sitio que os recomiendo, para ver Europa desde Asia, es la colina de Camlica. Genial para ver el atardecer. Es el punto más alto de Estambul.

      Un saludo.

    26. En estos momentos estoy planeando un viaje con mi pareja.
      Tomaré nota de este bello lugar.

      Eres un buen guía turístico.

    27. No me gusta mucho viajar, pero desde que sigo tu blog, me quedo encantada con los relatos de tus viajes , y, este especialmente, me ha transportado a un mundo muy diferente al mio.

    28. Sr. Orgambides, las religiones siempre lo complican todo. Me aburren mucho y coartan la libertad de las personas.De todas formas, y con sinceridad, le diré que soy un convencido de que en esta parte de Europa tenemos más libertad que en Turquía, por mucho crisol de culturas que digan que es esta ciudad. Por cierto, muy bonita y muy turística también.

    29. Estambul es la asignatura pendiente, al igual que la Región de la Capadocia, ambas deben ser espectaculares, cada una con su encanto.

    30. Que maravilla de ciudad, cuantos son los recuerdos y las emociones vividas en esta preciosa ciudad, con tantos contrastes. Que bonito pasear por el Gran Bazar y contemplar la puesta de sol y sus mezquitas. En fin hay que vivirlo.

    31. Hace tiempo que quiero viajar a Turquia, y después de leer tu articulo me lo tengo que plantear para un próximo viaje…
      Gracias por toda esta magnifica información.

    32. Mi buen Fernando:

      Felicitación efusiva por tu literatura política y por la calidad de tus reflexiones junto al estrecho del Bósforo, que es uno de los lugares del mundo que invita a ello. No tengo duda de que lo que acabo de leer es un artículo de política internacional con todas sus consecuencias, descriptivo y literario, y no comprendo como ese reguero de seguidoras clónicas que tienes desperdicien esta oportunidad y se tomen tu escrito como un libro de comentarios de Viajes El Corte Inglés.

      Que pena de España, estimado.

    33. Para María Maya

      Soy una de las seguidoras “clónicas”, que disfruta muchisimo con el blog de Fernando, abierto a todos, a los intelectuales y a los que no lo son, y , una manera de demostrarselo es comentado sus artículos.

      Yo no se , si Vd, es gran conocedora de la politica internacional, si lo es, hubiera podido dar su punto de vista al respecto.

      Porque no me parece que con su descalificación a todas y todos los seguidores , haya aclarado cual es su postura.

    34. Estanbul es una ciudad preciosa y Turquia, un país alucinante. En eso creo que estamos todos de acuerdo.
      Pero, los turcos…..como que no me fiaría mucho, eh?
      Comparto las dudas sobre la laicidad del estado y la democracia turca.
      No sé si por la religión o por la pinta de viciosos que tienen, pero yo no me los meteria en casa.
      Aunque , visto lo visto en nuestra curia romana…..

    35. No he tenido la suerte de ir a Estambul, pero te aseguro que me encantaría. Tengo devoción por este tipo de culturas, aunque no comparta su manera de hacer, principalmente respecto al trato que tienen hacia la mujer.
      Creo que es muy interesante conocer culturas distintas a la nuestra, para poder comparar, aprender y crecer como persona.
      Recomiendo a todo el mundo que al menos una vez en su vida lea algun libro relacionado con estas culturas tan distintas a la nuestra. De verdad te hace valorar lo que tienes! Felicidades por tu escrito, espero que hagas muchos más acerca de estos temas!
      Os recomiendo un libro que se titula “Vendidas” de Zana Muhsen, que aunque no hable de Turquía, sino del Yemen, creo que es muy interesante. Una historia real fascinante!

    36. Enhorabuena por este magnífico artículo de Estambul. Muy didáctico, muy comedido y muy reflexivo. Llevaba semanas sin abrir tu blog y va para mejor. Un abrazo fuerte, Fernando,

    37. Otro lugar maravilloso para contemplar la paronámica de Estambul es el barrio de Galatasaray, con el Mar Mármara al fondo y el Palacio de Topkapi coronando la colina de El Serrallo.

    38. Me impresionó sobremanera cruzar el Bosforo en dirección a Odessa y Yalta. Nunca olvidaré el paisaje, el color de sus aguas y la perspectiva de las dos orillas en un mar inmenso.

      Pero una cosa es hablar de Turquia como lugar precioso e interesante para visitar y conocer y otra es hablar de integrar a este país como uno más dentro de la Comunidad Europea.

      Nos separan demasiadas diferencias irreconciliables de toda índole, económica, cultural y religiosa. Y, para mi, el principal problema son sus más de 72 millones de habitantes que van en aumento en porcetajes muy superiores a la media de la Comunidad Europea y que tendrían libre acceso con los problemas que ello significaría.

      Ya tenemos bastantes problemas los actuales miembros de la comunidad como para aventurarnos a aumentarlos con nuevos miembros de tan diferente idiosincracia.

    39. Creo que no hay que cerrarle la puerta a nadie en la UE y menos aún porque su población aumente de forma diferente a otros paises o porque la religión que profesen mayoritariamente los turcos sea la musulmana. Turquía tiene todo el derecho a estar en Europa y no le deseo el mismo calvario que sufrió España por el franquismo hasta que se aceptó su ingreso.

    40. Para los que sois de Madrid, o vivís aquí, y os guste la pintura y el arte en general, os recomiendo la exposición “Obras maestras contemporáneas de Turquía”, del Banco Central de Turquía y que se exhibe en Caixaforum. Creo que está hasta el 30 de mayo y ofrece un recorrido de la pintura abstracta de ese país, con artistas que van desde los años 50 a nuestros días, incluido el siglo XXI. Es una oportunidad de conocer esta pintura que por lo general sale esporadicamente del país. A mi me gustó bastante el día que la ví.

    41. Que ciudad mas bonita, me han contado que tiene unas calles muy bonitas y unas vistas estupenda. Pero mediante tus relatos estoy conociendo mejor esta ciudad. Muchas gracias

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